Tortitas de calabacín: los trucos para hacerlas como en Grecia | EL COMIDISTA

Crujientes y jugosas, las ‘kolokizokeftedes’ son una de las mayores delicias de la cocina mediterránea. La cocinera griega Myrto Kalle nos enseña la receta de su madre.

Ingredientes (para 4 personas)
– 2 calabacines
– 1 patata mediana
– 1 cebolleta
– 3 huevos
– 200 g de queso feta o similar
– 60 g de parmesano rallado
– 90 g de harina de trigo (o de avena, trigo sarraceno o integral)
– 1 cucharadita de impulsor químico tipo levadura Royal
– Unas hojas de albahaca
– Unas hojas de menta
– La ralladura de la piel de medio limón
– 1 cucharadita rasa de comino
– 1 cucharadita rasa de pimentón dulce
– Aceite de oliva
– Pimienta negra
– Sal

Instrucciones
1. Picar fina la cebolleta.
2. Rallar en grueso los calabacines y la patata, y salarlos. Ponerlo todo encima de un paño de cocina y apretarlo muy fuerte para sacar toda el agua posible (ver vídeo). Pasar el calabacín y la patata a un bol grande.
3. Picar las hojas de menta y de albahaca, y añadirlas al calabacín y la patata.
4. Sumar los huevos, la cebolleta picada, el queso feta desmigado con las manos, el queso parmesano, la harina, el impulsor, el pimentón, la ralladura de limón, pimienta y un poco de sal. Mezclar lo justo para integrarlo todo, sin trabajar demasiado la masa. Si se ve muy líquido, añadir un poco más de harina.
5. La madre de Myrto Kalle deja reposar la masa un par de horas.
6. Poner una sartén antiadherente a fuego medio con un chorro de aceite de oliva.
7. Hacer buñuelos de masa con una cuchara y cocinarlos en la sartén por todos lados hasta que estén bien dorados (ver vídeo). Dejar sobre papel de cocina para que pierdan el exceso de aceite y servir inmediatamente. Consejo: están muy buenos acompañados de tzatziki o un simple yogur griego batido con sal y pimienta.

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¿Cuál es el país en el que se hacen las mejores tortitas de calabacín del mundo? Pues Grecia, obviamente. ¿Y quién va a venir a darnos la receta de esta maravilla con truco secreto de su madre? Pues una griega que vive aquí en España. Mira, mira qué pinta. Yo es que podría vivir esto. Polioreo Mirtó, acabas de publicar cenas al fresco, un libro de recetas fresquísimas, como su propio nombre indica, y bastante griegas. Cuéntanos de qué va este libro. Bueno, es un libro con 50 recetas así muy de verano para cenar, que no necesitan mucho tiempo, pero el resultado está muy bien. Hoy vamos a hacer una receta que que se llama coloquizo queftedes, que se traduciría como como albóndigas de calabacín o buñuelos. Aquí sí es una receta muy típica de verano y y de hecho es la primera cosa que le pido a mi madre cuando vamos a Grecia y muchas veces me la llevan al aeropuerto. Bueno, vamos a utilizar una cebolleta. Cortamos la cebolleta a trozos pequeños. Vamos a rallar dos calabacines. Vale. Con la parte gruesa. Exacto. Y ahora rallamos una patata, que es el ingrediente secreto de la receta, una patata normal. O sea, que esto de la patata es un invento. Sí, de mi madre. De tu madre, ¿vale? Sí. Que cuando explica la receta sus amigas, nunca lo dicen que que utiliza una patata porque ella quiere que sus coloquizo que ustedes sean las mejores de Grecia. Vale. Sí, sí. También tengo que decir que los calabacines y la patata que utiliza ella son de su huerto, así que también eso también marca. Sí, exacto. Y ahora en un trpote, con un trapo de cocina les vamos a quitar su agua. ¿Vale? Les podíamos poner un poco de sal para ayudar a quitar el agua y ya está. Hay mucha agua. Ahora vamos a picar unas hierbas que a los griegos nos encantan. Un poco de menta y un poco de albaca. De hecho, todos los griegos en las ventanas tenemos albaca. Y ahora mezclaremos todos los ingredientes en un bol. Ponemos los calabacines y la patata rallados. Añadimos las hierbas picadas, tres huevos, [Música] la cebolleta. Y ahora vamos a añadir el queso feta. Lo troceamos con las manos. Mirto, ¿y tú cuántos años llevas aquí en España viviendo? Unos 10 años, más o menos. 10 años. Sí. Sí. ¿Y cómo te viniste aquí? Ah, por amor. Ah, sí. Conocí a mi marido a través de unos unos amigos griegos. Él le encantaba Grecia, hablaba griego y todo. Y así sí. Y así yo vine a vivir aquí. Mm. Vamos a añadir queso parmesana rallado, un poco de harina, que yo aquí tengo harina normal blanca, pero puede ser harina de avena, harina integral, harina de trigo saraceno. Vamos a añadir un poco de pimienta, un poco de pimentón dulce y un poco de comino, que lo comino lo usamos mucho. Y también un poco de piel de limón rallada. Y ahora lo mezclamos todo. Huele muy bien con la mente. Sí. Las que ustedes en Grecia se hacen de muchas cosas diferentes. Sí, sí. De tomates, de sardines, de pastanagas, no, de zanahorias. Zanahorias. Ya. Y ahora es simplemente freír a nuestros buñuelos. Esto se puede hacer con antelación y dejarlo en la nevera. Sí, sí, sí. De hecho, mi madre tiene otro secreto que no sale al libro, eh, que que lo deja la nevera un par de horas, lo prepara a la hora de de desayunar y lo comemos la hora de comida. ¿Vale? Vamos a calentar un poco de aceite a a fuego medio alto. Los pondríamos hornear, pero no quedan tan buenos. Ahora vamos a freír a nuestros boñuelos. Tienen que quedar así un poco. Los aplastamos un poco, los vamos a girar. Los tenemos que cocinar por los dos lados y si hace falta los podemos girar un par de veces, ¿vale? Y huelen bien. huelen. Ahora ya las podemos sacar. Yo las pongo en un plato con un papel de cocina para quitar el exceso de de aceite. Mirto, esto en Grecia se suele comer acompañado de chachiki, ¿no? Claro. Sí. Vale. Que nos has hecho aquí uno así rápidamente. Sí. Es muy fácil. Es con un pepino tallado así a trozos pequeños. Yogur griego. Esto sí que tiene que ser un yogur griego. Ah, un poco de menta, un poco de aceite, un poco de sal, ajo y vinagre. Y ya está. Muy bien. Pues, ¿qué le damos? Sí. Venga, va. Vamos. Me podría comer 25. Qué bueno. Mm, son buenos. La patata y el parmesano también. Eso te iba a decir, buah, están increíbles. Sí. En la contraportada de tu libro hay una frase que me encanta de Virginia Wolf, que es no se puede pensar bien, amar bien, dormir bien si no se ha cenado bien. Exacto. Pues nada, si cenas esto ya mejor todavía. Eres un hombre blanco heterosexual, te sientes discriminado, ¿verdad? Suscríbete al canal del comidista y en un mes te gustará Rupol, los Petchop Boys, te harás Eurofan y no comerás carne los lunes. Tranquilo, machote, que solo serán los lunes.